"Decidí que, de todos mis oficios terrestres, el violento oficio de escritor era el que más me convenía"
Rodolfo Walsh

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viernes, 28 de enero de 2011

¿Qué pensará Luciano Arruga de la baja de edad de imputabilidad?

Nada. Si Luciano no está.

Se están por cumplir 2 años de la desaparición de Luciano Arruga. Y ese nombre hizo eco en varios puntos del mapa. Nos encargamos de decir, Luciano Arruga, Luciano Arruga, y seguir diciendo su nombre, no sólo para recordarlo, sino para pedir justicia. Van 2 años, y todavía nada. Recientemente el CELS participa en la causa; este lunes habrá una conferencia de prensa de familiares de Luciano, APDH Matanza y CELS -confirmo luego lugar y hora-.

La historia ya la conocen. El 31/01/2009 a Luciano lo llevaron detenido, lo torturaron, lo mataron y lo hicieron desaparecer. EL pibe tenía 16 años. Ni lo dejaron llegar a su mayoría de edad, votar, ser padre, nada. Y como la justicia no llega, la indignación y la bronca no cesan.

Anoche mi papá estuvo en C5N, programa de las 22, "Sala de Situación". Por un lado, Gladys Gonzalez, diputada por el PRO, en apoyo a la baja en la edad de imputabilidad, y él, Pablo Pimentel, presidente de la APDH Matanza (Asamblea Permanente por los DDHH), en contra. Y por primera vez escuché el nombre Luciano Arruga en C5N. Y habló de la hipocrecía de la sociedad, que exige "pegarle a los pibes", atacar el problema en la consecuencia, desde el facilismo absoluto. Claro, hay que atender al pibe de 15 años que cometió un delito gravísimo, el más grave, quitarle la vida a otra persona, a ese pibe hay que corregirlo, pero mientras existan policías que los invitan a robar para ellos (y andá a negarte, preguntale a Luciano), los pibes jamás se van a recuperar; mientras exista el transa que les vende la droga, olvidate.
Mi viejo decía que hay que profundizar en el tema, claramente, que todo forma parte. Por ejemplo, cuando viene el pibe y te quiere lavar el parabrisas, no lo ignores. Es feo que una sociedad entera te de vuelta la cara, eso te enoja eh? Sumale a eso la situación de violencia que vive el pibe a diario, un poco de droga, la necesidad, la pobreza, la exclusión, listo el pollo.

Los pibes necesitan ser escuchados, necesitan cariño, quieren laburar. Siempre se lo escucho decir a mi viejo, que sabe de lo que habla, que, por ejemplo, los pibes en San Petesburgo (una de las villas más jodidas de La Matanza), le dicen eso. Y en esa villa, y en Puerta de Hierro también, hay grupos de pibes que se están recuperando, y es hermoso escucharlos hablar, resaltando "al pibe que se droga, no lo dejen solo, lo que más lo ayuda es el apoyo de la familia y amigos". Pero la sociedad hace lo contrario. Sube la ventanilla y da vuelta la cara. ¿No tiene una moneda? Claro que tengo, pero no, no tengo.

Bajar la edad de imputabilidad es seguir subiendo la ventanilla. Es legalizar una medida de exclusión.
Cuando se habla de pena de muerte todos salimos y contamos que en los países en los que funciona el delito no bajó. Con la baja tampoco, con que bajemos la edad a 16, 14, 12, 10, seguirá todo igual, o peor, en mi opinión, porque se agranda la brecha, porque el camino es seguir atacando la consecuencia, y no la causa, señalar al pibe.

Hay que resolver la conyuntura, decía mi viejo, por supuesto, pero dejando la hipocrecía de lado. La sociedad que señala al pibe, que quiere la cárcel para el pibito de 14, no denuncia ni por asomo al policía que tiene un kiosco, al que le vende la droga a ese pibe, o al que lo mandó a robar. Esa es la hipocecía de la que hablamos.



Dos años de la desaparición de Luciano, que con 16 no quizo laburar para un cana, y por eso hoy está así. O sea, no está. Y no sabemos dónde está. Y en vez de contar con el apoyo de la sociedad para una justicia efectiva por su desaparición, hoy debatimos si el pibe de 14 que delinquió puede ir en cana. Y mientras sigamos así, habrán muchos más pibes de 14, y muchos más Lucianos.
El problema no está en los pibes, está en los adultos. Y las políticas que hoy se implementen irán teniendo sus frutos; quizás, si hoy le das trabajo a un pibe que está en la calle, sus hijos no salgan a robar. Eso, siempre y cuando no continuemos con la cadena de exclusión social. Si a mi me preguntan, políticas a mediano plazo, y atender seriamente los casos de pibes que hoy salen a delinquir. Pero siempre pensando en la reinserción social. El punto de este tema es la exclusión que se genera desde una sociedad que castiga la consecuencia de políticas neoliberales, o sea, el que se fue a Miami con Menem, hoy pide la baja de edad de imputabilidad.

Rosaura (de la Coordinadora Aparación con vida de Luciano Arruga) escribió hoy un post sobre Luciano desde un lugar, quizás, más cercano. Lo recomiendo.

Por último, los invito a participar mañana, sábado 29 de enero, de la Jornada Cultural en defensa de los DDHH que organizaron familiares y amigos de Luciano Arruga. Música, teatro, feria del libro, talleres, skate, proyecciones, murales, medios alternativos, charlas.

Tocan Las manos de filippi, Goy de Karamelo Santo, Falopa - banda de Pablo Marchetti-, y más. Les dejo el volante.

Que todo sirva para la reflexión, saludos!



miércoles, 28 de julio de 2010

De abortos y debates

Si algo no se podrá negar nunca de este Gobierno, es el debate que generó en diversas áreas tales como la ecónomica, la social, la mediática. Para sustentar estas palabras, con la sola mención de las retenciones al agro, el matrimonio igualitario, o la ley de medios basta.

Pegadito a la polémica del matrimonio entre personas del mismo sexo, ley que comparto plenamente, se viene el debate por el aborto. Un debate postergado por años que ya no se puede dilatar más.

Respecto a este tema, mi postura no es tan radical por el sí o por el no. Esta ley sí debería considerar matices; la ley del matrimonio igualitario, por ejemplo, era o no era, sin grises. Pero si de aborto hablamos, es inevitable hablar y debatir una fuerte política de educación sexual. No podemos legalizar el aborto cuando en los colegios no se habla de sexo. No podemos explicarle a una piba de 14 años cómo se debe cuidar cuando ya carga con un aborto encima. Expliquemosle antes de que tenga que llegar a eso.

Y cuando hablo de una ley con matices, hablo de discriminar los casos en que la ley ampare la desición de abortar. Yo no creo que aumente el número de abortos, sí creo que disminuiría el número de muertes por aborto, pero no creo que cualquiera deba tener acceso a uno. Las secuelas son profundas y la acción irrevocable.

Una política de educación sexual y contensión psicológica deberían acompañar el debate sobre el aborto.

Dejando fuera todo postulado religioso, del sexo hacemos sexo, y del sexo hacemos vida, eso no tiene mucho embrollo. Es.
Y sobre la vida no hay mucho que discutir (o todo, but no nos pongamos existencialistas), pero si del sexo se hace vida, empecemos a hablar de sexo.

Hasta la castidad es una mentira gigante; vamoss... si la Iglesia da su opinión, espero que alguien le recuerde que no hay pito que le venga bien. No quieren educación sexual en los colegios, no quieren abortos, no quieren antoconceptivos. A ver si en una de esas tienen la solución divina.

Y hablando de Iglesia, a ver si se da el debate, de una vez por todas, de la separación Iglesia/Estado. Un Estado debería ser ateo che! Y que el ciudadano profese la religión que mejor le baile; pero dejemos de financiar la mentira milenaria de aquellos que bendecían a los milicos; con esa millonada empecemos a hablar de sexo, de vida, de aborto, de educación, del problema habitacional de La Quiaca a Ushuaia, y de cuánto más.

Siempre será saludable el debate, en esa área vamos bien; en los últimos dos años nos vimos obligados a pensar, decidir, definir, definirnos. En ese camino va la Argentina, con algo de aplicación, y con mucho por debatir, pero definiendose en asuntos a los que ya no podía evitar, sentando precedentes, generando, quizás, un efecto contagio que motive a las naciones vecinas. Lo bueno del debate, es que jamás se circunscribe a un tema, sino que genera una cadena desencadenante de cambios sociales. Y eso, más allá de cualquier observación personal, fue generado en estos años de gobiernos kirchneristas.

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